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En La montaña de las mariposas, Homero niño, hijo de Nicias y de Josefina, descubre su doble nacimiento: el primero, al experimentar la sustancia efímera de la vida frente al peligro de su muerte cuando con una escopeta hiere al ave que es su propio cuerpo, y el segundo, durante su convalecencia, al encontrar su destino en los libros y tomar la decisión de ser un escritor. En esta novela de iniciación al amor y la literatura, donde el realismo es principio y fin para la imaginación, Homero Aridjis vuelve sobre la memoria, y desciende por los laberintos velados de la biografía para cumplir su máxima literaria: posar en palabras la vida invertida, aquella que sin cesar se condena al olvido y que espera ver la luz de lo innombrable en la escritura.